Hablemos de menopausia
Por: Graciela Ramírez
El 3 de mayo pasado fui invitada a un foro sobre mujeres y menopausia en el ámbito laboral. Para prepararme para mi participación hice una investigación sobre las facilidades o información disponible sobre esta etapa de la vida de la mujer y personas menstruantes.
Y claro, me llevé una sorpresa al darme cuenta de que, si sobre temas de menstruación hay mucha desinformación, tabúes y discriminación, en temas de menopausia esto empeora. Para empezar, porque todes, o casi todes tenemos información inexacta sobre qué es la menopausia. Cuando escuchamos esa palabra, se nos viene a la mente, bochornos, mal humor, ausencia de menstruación, edad, etc.
Sin embargo, la menopausia se refiere a la fecha en concreto en la que una mujer o persona menstruante experimenta su última menstruación. El climaterio, en cambio, se relaciona con los cambios que experimenta la mujer antes, durante y después de la menopausia. Dado lo anterior, en realidad a lo que nos referimos la mayor parte de las personas cuando hablamos de menopausia es al climaterio.
Esta etapa de la vida en la que las personas menstruantes pueden, o no, experimentar síntomas como depresión, ansiedad, problemas de sueño, sofocos, dificultad para concentrarse, fatiga, cambios digestivos, y más de 27 síntomas que se pueden presentar durante el climaterio y que se puede extender hasta 15 años.
Imagínense experimentar tan sólo unos cuántos de estos síntomas, y si se suman a las responsabilidades de autocuidado, económicas, familiares y profesionales que tienen muchas mujeres y personas menstruantes, puede afectar negativamente su calidad de vida.
La organización “Sin reglas” realizó el Primer estudio sobre percepción e impacto de la Menopausia en la Sociedad Mexicana 2022, en el que identificó que una de cada tres mujeres percibe un impacto negativo en su vida laboral asociado a la menopausia, por ejemplo, necesitan ausentarse por algunos síntomas y por tanto, se les dificulta mantener la productividad y el empleo.
Según el mismo estudio, sólo 12% de las mujeres entrevistadas dijo sentirse cómoda hablando con su jefe/a del tema (la muestra es de 2,755 personas mayores de 18 años, con análisis específicos en mujeres mayores de 40 años), y cerca del 100% declaró que no existen políticas de apoyo en sus trabajos.
Este último dato es realmente preocupante, la mitad de la población en México somos mujeres, de ellas, 5,585,638 son mujeres de entre 45 y 55 años que se encuentran ocupadas. Para ese grupo etario con necesidades específicas, no
existe ninguna política pública o ley que las proteja en el ámbito laboral para que transiten por esa etapa de su vida con mayor entendimiento y facilidades. La concientización sobre el climaterio y sus efectos en la vida de las personas que lo experimentan es, hasta la fecha, casi nula, apenas estamos empezando a concientizar sobre la menstruación, incluso ya hay una iniciativa de ley en el Congreso federal que busca otorgar licencias a quienes sufren de síntomas incapacitantes, pero sobre climaterio y menopausia, no existe ningún avance significativo.
Si la menstruación es un tema tabú y que a muchas mujeres y personas menstruantes les avergüenza, la menopausia viene con etiquetas adicionales que lastiman la dignidad de las personas, muchas no sienten confianza de hablarlo, ni siquiera con sus más cercanos, menos en su entorno laboral, porque luego las tachan de “loca, histérica, hormonal, menopáusica” y uno de los más dolorosos “vieja”. En este último descalificativo es donde se da la estocada final a las mujeres, porque aparte de que invalidan lo que de manera hormonal y química se desajusta en el cuerpo, a eso le añaden la edad, como si las mujeres tuviéramos una fecha de caducidad.
Y, en cuanto a la vida profesional, justamente es entre los 40 y 55 años donde las mujeres y personas menstruantes están en su pico a nivel profesional. Es cuando tienen toda la experiencia, energía, madurez y jovialidad para cumplir con sus responsabilidades profesionales.
Es importante sensibilizar y visibilizar esta etapa de la vida que es tan natural y a común, pero a la vez tan tabú, porque ahorita son más de 5 millones de mujeres y personas menstruantes ocupadas, pero hay más de 15 millones de mujeres ocupadas menores de 45 años que igualmente van a necesitar protección y políticas públicas que les permita transitar esta etapa con toda la información y protección posible.
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